Acrónimo . Guía para Mesa 4
Arte y procesos educativos.
Hacer una reflexión sobre las problemáticas actuales en nuestro contexto más cercano, así como hablar de conceptos como arte y futuro nos lleva indudablemente a un hecho que involucra tanto a maestros como a alumnos: la educación. En palabras de Pablo Helguera, durante una conferencia dictada en el SITAC: “La palabra educación está indudablemente ligada al futuro, nos solemos referir a ella como la clave de una sociedad justa, libre y democrática”. Luego entonces, la educación es tan poderosa como para modificar nuestro pasado en el presente, y tan determinante como para definir el futuro.
De esta forma, cualquier educación artística está ligada a procesos educativos complejos que tienen lugar, de manera formal, en la escuela; pero tales procesos demandan vínculos con su propio entorno, como también el hecho pedagógico de profesionalizar su quehacer educativo en todas las asignaturas y actividades que promueve.
Es entonces cuando la problemática comienza. Cuando la educación en nuestra escuela queda relegada a un posible futuro mejor nunca materializado, como un lugar utópico en la mente de los que conforman nuestra institución educativa, en todos los niveles. Es necesario aspirar a algo mejor. El problema es que sólo existimos en este presente, en un permanente estado de espera, de letargo, de contemplación (diría Octavio Paz en el Laberinto de la Soledad) y no de acciones concretas, las que deben de abundar en la práctica educativa.
Con el fin de romper este estado y re-direccionarnos en un tiempo presente a la acción, como nos menciona Helguera,“recurrimos a la pedagogía, no sólo como una forma de futuro posible, impalpable aún, sino como un proyecto que ocurre en el presente a través de actos concretos, que a su vez son la mejor garantía de la forma en que el mundo ve el futuro.” La urgencia por percibir cambios en la escuela es actualmente un problema real y serio. El escepticismo, decepción y conformismo, son actitudes que están vigentes y son palpables tanto entre los maestros como en los estudiantes; de aquí viene la preocupación actual por desarrollar este tema y ponerlo a flote en este evento.
En esta mesa hablaremos de estos problemas así como de estrategias posibles para activar la participación educativa en la escuela. Algunas de las preguntas que esperamos orienten la acción concreta son:
¿Cuáles son las cosas que se pueden mejorar concretamente hoy en la escuela?
¿Qué estrategias pedagógicas podrían implementar los maestros para incentivar la participación de los alumnos y dentro de ésta misma?
¿Cómo el alumno puede integrarse, comprometerse y participar, deshacerse de esa disposición escéptica al fracaso en la escuela y darle forma a una institución educativa seria y profesional?
¿Qué medidas administrativas podrían emplearse para que esto suceda en tiempo real y tangible?
Atte. Jessica Rodríguez
Coordinador
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